Tengo un nuevo amor

Yo, tengo un nuevo amor,
el corazón me late sin parar.
Hay uno que me ha dicho:
TE AMO DE VERDAD.
Jesús, mi amor, y más que amor,
mi dulce paz.
Yo, tengo un nuevo amor,
el corazón me late sin parar.
Hay uno que me ha dicho:
TE AMO DE VERDAD.
Jesús, mi amor, y más que amor,
mi dulce paz.
Evangelio es decir amigo
es decir hermano.
Evangelio es darte mi tiempo,
es darte mi mano.
Ahora sigo por mi camino
con tu amor que guía mis pasos.
Oh, Señor, en cada peligro
quédate junto a mí.
Como llama que asciende
hasta la altura,
nuestro tiempo se va,
desaparece,
y es incienso en aromas de infinito,
y es la vida vivida que se ofrece.
Espigas de oro al viento,
antigua eterna danza,
es pan que te ofrecemos
en signo de alabanza.
Cuéntame, Carpintero,
cómo se aprende a soñar...
cómo se alcanza el amor...
cómo se aprende a ser mejor...
Me ha seducido, Señor, con tu mirada,
me has hablado al corazón
y me has querido.
Es imposible conocerte y no amarte,
es imposible amarte y no seguirte.
¡Me has seducido, Señor!
Tocar con mis sentidos tu presencia
y darte aquel abrazo que deseo,
besarte amorosa
y decirte, Señor, cuánto te quiero.
Mi Pastor, Señor, eres Tú.
Nada me podrá faltar.
Mi Pastor, Señor, eres Tú.
SÓLO TÚ, SEÑOR.
A veces parece más fácil encontrarte en lo especial, en lo diferente, en lo extraordinario. En una experiencia única, en una amistad increíble, en un amor apasionante, en un acto de heroísmo, en una cruz tremenda….
Pero lo cierto es que también estás en lo cotidiano, en lo que ocurre cada día, en el hoy. Y es importante aprender a verte ahí.
Eres el Dios de lo normal, de las horas tranquilas, de las relaciones serenas, de los gestos sencillos, de las melodías familiares, de las pequeñas alegrías y de las renuncias discretas.